"Hay cosas que no pueden ser,y no pueden ser" Descartes

jueves, mayo 18, 2006

KANCHO : Simpatía nipona.


Mucho se ha escrito sobre el Kancho, y la verdad, no es para menos. El Kancho es un “juego” que practica la alegre muchachada nipona consistente en infringir dolor en el ano de otros seres humanos ajenos a uno mismo, a traición y con alevosía. Dicho así suena jodido ¿verdad? Me explico:

1-Se elige una víctima. Los japoneses, como son muy majos, suelen elegir la persona más desvalida y fácilmente humillable que les quede a mano.

2-La aproximación a la víctima a de ser discreta y por la espalda.

3-Se colocan las manos en posición de “Kancho”, palma contra palma, los anulares extendidos y el resto entrecruzados.

4-Se golpea en el ano lo más fuerte posible.

Uno puede pensar que depravaciones así son difícilmente superables, pero erraría, pues los Japos, pueblo amante de la precisión, tienen una máquina recreativa en la que puedes ensayar tu habilidad Kancho antes de salir a destrozarle el ano a inocentes viandantes.


Que decir, yo os deseo que nadie juegue al Kancho con vosotros.

martes, mayo 16, 2006

PINWI : VERGÜENZA OLÍMPICA

Pinwi...Pinwi...se llama Pinwi .Yo ya no se si esto va de coña...es que...a ver...si el pobre Pinwi no tiene la culpa, él, en si mismo, es la sociedad que lo hace asi...ahhhhhh, que cruz!!!!!





Sinceramente, pensé que tras Fluvi, el E.T. diabético de la Expo de Zaragoza, esto de las macotas feas, pero feas feas, y con nombres de idiocia suma, tendría que acabarse, pero no, mira tu por donde vienen los de el “Festival Olímpico de la Juventud Europea”, acto de dudoso interés, y se sacan de la manga otra mascota AÚN más espeluznante.


Oscar Lamora es el padre, y supongo que la madre, de este bochorno llamado Pinwi. Y esto me duele, me duele como una espina clavada en el olécranon, pues este individuo es de mi patria chica, Huesca, y yo, como Aragonés, ya sentía vergüenza de sobra, créanme, con Fluvi, para que este tipo viniese a aumentar mi acidez estomacal con su lamentable intromisión en el mundo del diseño.

¡Basta ya!